En el mundo cuesta creer que un país como Venezuela este sumido en una
miseria tan aguda; en el imaginario colectivo siempre imperó el mito del país
rico, con una chequera casi ilimitada gracias a sus inmensas riquezas
naturales, capaz de sostener un modelo ideal casi utópico, donde la asistencia
del Estado se percibía en casi todos los ámbitos de la vida cotidiana.